jueves, 13 de octubre de 2016

Jardín Barney & Sus Amigos


Actualmente hay 69.000 Madres Comunitarias, entre ellas algunos padres comunitarios de todo el país. Atienden 1 millón 77 mil niños y niñas en la modalidad comunitaria de la educación inicial, a través del servicio de hogares comunitarios en todas sus formas:
Hogares Comunitarios de Bienestar HCB- Tradicional: cuando una madre comunitaria, en su casa, abre un espacio para atender entre 12 y 14 niños.
Hogares Comunitarios de Bienestar FAMI: se encargan de atender a las madres gestantes y lactantes, y a los niños hasta dos años, enseñándoles a las familias buenas prácticas de cuidado y crianza.
Hogares Comunitarios de Bienestar Agrupados: se organizan en grupos hasta de 4 HCB tradicionales, en una infraestructura que generalmente es propiedad del municipio. Atienden a los niños en espacios más grandes y mejor adecuados.


Proyectos

Resiliencia Familiar: La resiliencia se refiere a la capacidad que tiene cualquier persona de salir fortalecida y humanamente transformada, después de una experiencia crítica o adversa.
El proyecto “Promoción de la Resiliencia Familiar y Fortalecimiento del Vínculo Afectivo desde edades tempranas” nace en 2008 a través de una alianza entre el ICBF, el Ministerio de Educación Nacional, la Organización Internacional para las Migraciones- OIM, con el apoyo de USAID, como una estrategia de prevención de las violencias, a través de procesos de cualificación al talento humano y acompañamiento psicosocial a familias beneficiarias de programas de primera infancia en zonas de conflicto armado y alto riesgo de reclutamiento, en Colombia. 
Las primeras intervenciones del proyecto se realizaron en departamentos y municipios priorizados por la comisión intersectorial de prevención de reclutamiento forzado en niños, niñas y adolescentes, es por ello que el ICBF a través de este proyecto busca desde la primera infancia:


Mejorar la calidad y permanencia del vínculo afectivo entre niños, niñas y sus familias.

Desarrollar procesos de sensibilización emocional para romper la cadena generacional de la violencia intrafamiliar.


Promover las prácticas no violentas a través de procesos de sensibilización a los padres y cuidadores, al revivir momentos significativos de sus propias infancias Promover el diálogo como un valor para resolver conflictos.


Fortalecer el espíritu lúdico y el juego a través de los lenguajes de expresión artística en los acompañantes de los niños y niñas, como aspectos fundamentales para fortalecer el vínculo afectivo.



Promover espacios significativos o educativos para la integración de las familias y comunidades.